(María Antonieta de Habsburgo Lorena - Reina de Francia)
¿Pero qué significa esta palabra
tan graciosa?, se preguntarán muchos, pues es la mayor extravagancia del
reinado de María Antonieta, si bien ella es el mayor referente en cuanto a moda
del siglo XVIII; no solo en cuanto a vestidos sino también a este curioso
peinado muy en boga, durante casi más de una década, los más extravagantes
montículos de cabellos se elevaron en las cabezas de las damas de la corte,
causando estragos en sus adoloridos cuellos adornados de diamantes y encajes,
pero como muchos saben las mujeres de este siglo se caracterizaron por ser muy
frívolas, y por lo tanto estas grandes cabezas estaban vacías o llenas de
piojos y polvo blanco muy perfumado.
vestido y peinado cofiure Pouf (1770)
( sátira del peinado Pouf)
Lo impactante de este curioso
peinado es que, desde la raíz del cabello se elevaba casi un metro o hasta mas,
lo que nos daría una imagen de una mujer imponente al hacer su presentación en
el salón, los cabellos eran engrasados o en algunos casos existían unas cremas
perfumadas para en endurecer el cabello y no permitir que este perdiese la
forma requerida, ahora si la dama era de abolengo se ahorraba todo el suplicio
de tener que sentarse horas en su tocador, para prepararse para un baile o una
ceremonia, simplemente se ponía una peluca y bastaba, ahora las más exigentes o
mas vanidosas cuidaban su cabello, lavándolo con aceites perfumados, y al
momento de diseñar el Pouf, hacían más voluminoso su propio cabello, adhiriendo
metros de extensiones.
imagen de una revista de moda de la época (1778)
No solo era de cabello el Pouf,
también se incrementaba su volumen aumentándole, cintas, perlas, flores,
frutas, dimanantes, esmeraldas en fin no había limite, pero lo curioso del Pouf
no solo fue su evidente tamaño, sino fue que este en la cima del montículo de
pelos, tenía un especial motivo y este podía ser el chisme del día. Desde el
Pouf inspirado en la inoculación del rey pouf de l’inoculation, hasta los
revoltosos de Paris, sin embargo el Pouf de María Antonieta que impacto y dejo
huella en los libros de historia y de moda como la mayor extravagancia, fue el
Pouf a la Independencia, celebrando el triunfo de los navíos franceses sobre
los ingleses, este coiffure estaba compuesto por una réplica de un navío
francés en la cima del Pouf, el autor de esta extravagancia era el fiel
peluquero Leonard, quien cada mañana visitaba a su majestad para edificar una
nueva construcción con un nuevo tema por supuesto, este debía ser la noticia
del día. Podían llevar casas, molinos, jardines, palacios, aves, todo lo que
pudiera imaginar, no había límite para esta moda; el coiffure à la lphigénie, compuesto
por cintas
de luto y la media luna de Diana. Y
hasta la revolución se puso de moda, cuando son saqueadas las panaderías de
París, durante la crisis del hambre, esta frívola sociedad de cortesanos no
sabe hacer nada más importante que mostrar este suceso en los bonnets de la
révolte.
retrato de la Zarina de Rusia Maria Feodorvna a la moda
«No puedo
impedirme de tocar un punto que, con mucha frecuencia, encuentro repetido en
las gacetas: me refiero a tus peinados. Se dice que, desde la raíz del pelo,
tienen treinta y seis pulgadas de alto, y encima aún hay plumas y lazadas».
María
Teresa de Austria a María Antonieta.
Maria Antonieta de Habsbutgo Lorena y su hermana Maria Cristina de Austria.
Toda noticia era anunciada en los
Pouf, estos que eran cabellos rellenados con alambres, amarrados con cintas y
engrasados con pomadas de diferentes aromas, pero la dama que llevaba esta impresionante
y bella obra tenía que ir obligadamente arrodillada en su carruaje, ahora para
ingresar a sus palcos en la opera tenían que agacharse y hasta perdían el
equilibrio, imagínense con casi dos metros de altura más en la cabeza, la
odisea de levantarse del suelo, habrá sido todo un suplicio, y en todo caso
caminar con un miriñaque, guardainfante o paniers que también se exageraron y
de cada lado se desplegaba de la cintura un metro como minino, el volumen y la
exageración era la orden del día en la moda del siglo XVIII. Supongo que cada
noche las cortesanas caerían rendidas en sus camas después de llevar todo ese
armazón de tela y cabello en sus cuerpos.
Ahora lo curioso es la situación
de los piojos, las damas de inicio del siglo XVIII, llevaban el cabello muy
corto y con pequeños risos blancos, así era más limpio, dado que no había mucha
costumbre de lavarse el cabello y de
esta manera se evitaban esos bichos tan incómodos y que abochornaban a
cualquier dama noble, al tener que aguantarse las ganas de rascarse. Con el
Pouf se diseño algo muy ingenioso, y era una pequeña cajita, del material que
la dama pudiera darse el lujo de pagar, en algunos casos era de marfil y otros
de madera, la cosa es que esta cajita contenía una sustancia que atraía a estos
indeseables y quedaban atrapados en su interior hasta morir; ahora esta cajita
como todo del siglo XVIII, contenía un perfume que disimulaba muy bien su
verdadera función.
Pero como toda moda, esta pasó
cuando nuestra estimada musa, María Antonieta tuvo a su segundo hijo, su
heredero, el primer Delfín de Francia, esta reafirma su maternidad y cumple con
su principal función como reina la cual es dar un heredero a la corona y
asegurar la descendencia de la casa Borbón; María Antonieta se da cuenta de que
es incomodo jugar con sus hijos vestida así, con traje de corte, y decide
cambiar su guardarropa ya no mas Pouf, no grandes miriñaques, aparece el
Polizón y el vestido tiene una influencia más natural, el miriñaque es pequeño
y después de un tiempo desaparece, se
usan telas más delgadas y enaguas.